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El plástico reforzado con fibra de vidrio es uno de los materiales más resistentes y duraderos del mundo. La pultrusión es un proceso de fabricación para producir longitudes continuas de formas de plástico reforzado con fibra de vidrio con una sección transversal constante. Se agrega un velo superficial para darle al perfil una superficie rica en resina y mejorar la apariencia del producto final. Los refuerzos humedecidos ahora entran en la matriz de pultrusión calentada. El calor inicia el proceso de reacción termoendurecible que cura el perfil terminado. El perfil curado ahora se avanza mediante un extractor estilo oruga hasta la sierra de corte, donde se cortará a su longitud final.

Las filetas de mechas unidireccionales proporcionan resistencia a la tracción longitudinal o la resistencia a lo largo del perfil. Los rollos de estera de filamento continuo, mecha tejida o tela cosida proporcionan al perfil sus propiedades transversales o su resistencia a lo ancho del perfil. Todos los refuerzos se alimentan primero a través de guías de preformado que comenzarán a dar forma a las fibras de vidrio en bruto en el perfil terminado. Luego, el vidrio se introduce en un baño de resina que satura o “humedece” los refuerzos. El baño de resina contiene una mezcla de resina, más comúnmente poliéster o viniléster, pigmentos para agregar color, relleno para mejorar las propiedades y un catalizador para ayudar en el curado o convertirlo de líquido a sólido.